viernes, 5 de junio de 2009

Pandemia capitulo2 15 de abril parte 2

Carlos y yo nos dirigimos hacia el ascensor lentamente, no estábamos seguros de dejar a María en el mismo piso con ese loco. Nos acercamos al ascensor y había un letrero que decía “fuera de servicio”. No nos mortificamos tanto por eso y tomamos las escañeras, después de todo solo eran 6 pisos.
Las escaleras estaban llenas de gente al máximo, era casi imposible andar por ellas, la gente subía con papeles de un lado a otro, estaban hablando sobre algún tema importante de lo que pasaba en la ciudad. Después de “batallar” con las escaleras nos encontrábamos directamente en frente del parqueadero el cual estaba desierto, no había ni un alma. Era largo, frio y desolado desierto de concreto y exactamente en la esquina más oscura de este al lado de una puerta que llevaba a unas escaleras nuestra furgoneta.
Mientras atravesábamos el parqueadero notamos el silencio que hacía en este y por lo menos me sentía hipnotizado por esto. Siempre he considerado a la soledad y al silencio 2 cosas preciosas en la vida y jamás pudiera vivir sin ellos.
Pero fui sacado de mi trance por Carlos.
-¿Christopher?, Christopher ¡Christopher! Ponme atención amigo te estoy hablando- me grito Carlos un poco confundido por mi actuación.
-oh, lo siento yo estaba…
-no importa- respondió sin dejarme terminar- ahora te repito mi pregunta ¿Por qué viniste?- repetir pregunta, ni siquiera lo había oído la primera vez que me hablo
-no entiendo- respondí.
-si ¿Por qué viniste en un día como hay a trabajar?.. Me refiero la ciudad esta echa un caos y tu prefieres venir a trabajar en vez de quedarte con tu esposa e hijos.
-oh ya veo, veras, fue el muy desgraciado de William me amenazo con despedirme.
- veo, igual que a mí,
- ¿oye sabes porque María se refirió a William como viejo machista?- pregunte, en verdad me había desconcertado la escena que habían hecho arriba en sexto piso.
-lo dices por la pelea, bueno, William en más de una vez ha golpeado, maltratado y algunos dicen que abusado de muchas mujeres del canal con la excusa que no son aptas para hacer el trabajo del noticiero como lo haría un hombre, me repugnan las idioteces en las que cree ese hombre.
-hey- decía una voz al fondo del parqueadero, al lado de nuestra furgoneta era María- Hey chicos, ya está listo nos podemos ir.

La furgoneta por dentro estaba fría. Se necesitaba del aire acondicionado para mantener los equipos dentro esta funcionado al 100%.
Carlos conducía, siempre lo hacía. María iba atrás pensando en lo que iba decir para que el reportaje tuviera importancia y yo iba al lado de Carlos observando el paisaje. El desolado paisaje. Era como si todos se hubieran desaparecido. Como si la nada se los hubiera tragado dejando de ellos nada. Y otra vez me encontraba pensando en más idioteces relacionadas a la nada. Pero era así, era escalofriante y la ciudad vacía daba una sensación de desolación y de belleza al mismo tiempo.
-oigan- dijo María desde atrás de la furgoneta- hay alguien afuera, parece herido y anda muy lentamente. Deberíamos ayudarlo.
-no deberíamos- respondió Carlos rápidamente- tenemos que llegar al lugar hacer el reportaje y luego largarnos a nuestros hogares.
-vamos Carlos- replico María- el hombre parece sangrando y además se mueve de una forma muy extraña.
-que no y además ya vamos a llegar, de pronto durante el reportaje se cruce con nosotros y lo ayudaremos.
Por el espejo lateral observe al hombre. Estaba lejos pero pude observar que llevaba una chaqueta de cuero café y sus piernas parecían cubiertas de sangre. “a lo mejor debe ser el color del pantalón” me dije en un principio… hoy en día se que no era así.
A las 5:00 de la mañana arribamos al lugar del reportaje. Era igual que la imagen en el monitor pero claro un poco más cruda y real. Había un carro volcado en la mitad de la cruda escena. Decidí que enfrente de este sería el mejor lugar para captar todo la crudeza del lugar.
María se acomodo donde le indique y a continuación empezamos a grabar.
-Buenos Días- empezó María- estamos en el barrio Shellville. Según parece haber informado las autoridades en este exacto lugar…
En ese momento se atravesó por el frente de María, de derecha a izquierda y se dirigió hacia el carro volcado.
-Carlos- reprocho María- arruinas el reportaje.
-lo siento- se disculpo Carlos- pero aquí abajo hay algo ayúdame Christopher.
-vale, María ten sostén la cámara- dije pasándole la cámara a María.
Al rodear el carro pudimos observar que era lo que pasaba. Y no era algo del todo normal. Es mas era algo monstruoso.
Había un hombre debajo del carro, no, debajo no. La mitad de su cuerpo salía por lo que debía ser la ventana del conductor. Sus piernas se veían adentro del carro enrolladas en lo que quedaba del manubrio. Su pecho tenía heridas y varios vidrios enterrados. Sus brazos estaban fracturados o al menos a si por que se movían de lado involuntariamente como pequeñas convulsiones en ellos. Pero definitivamente lo más aterrador del hombre era su cara, su boca bien abierta dejaba ver una dentadura perfecta, blanca y con los dientes iguales, eso no importaba era el aspecto que le daba el no tener labios lo que lo hacía aterrador. Tampoco había orejas, ninguna de las dos y sus ojos de color miel con los vasos dilatados y mirando al vacio lo hacían ver como un demonio.
-María- grite- suelta la cámara y trae el botiquín.
-¿Qué paso?- pregunto asustada- ¿están ustedes bien?
-si- respondió Carlos acercándose al hombre hasta quedar arrodillado al lado de este- Christopher hay que llevarlo a un hospital pero ya.
-te apoyo- respondí un poco consternado por la apariencia del hombre.
-vamos ayúdame- me dijo mientras se preparaba para agarrar al hombre.
Me estaba acercando cuando la cara del hombre cambio. Sus ojos se tornaron totalmente rojos. Sus cejas se arquearon hacia dentro y su boca tomo un aspecto agresivo.
Carlos al ver esto se tumbo al suelo. Y el hombre simplemente intentaba alcanzarlo con sus manos. Con medio cuerpo aplastado, intentaba en vano agarrar a Carlos.
-¿!que es eso ¡?- grito Carlos
Carlos se paro, se dio la vuelta y abrió la boca para decir algo pero lo detuvo la expresión de miedo en mi cara.
Detrás de Carlos. El hombre se agarro del pavimento y se impulso hacia Carlos. Algo me dijo que eso no estaba bien. Pero comprobé que estaba lo que veía era totalmente insano cuando el hombre se separo de la mitad de su cuerpo sin decir un palabra, solo un rugido sepulcral. Y luego se lanzo contra el brazo de Carlos. Se agarro de este y estuvo colgando ahí mientras Carlos lo golpeaba.
Carlos se tiro al suelo y empezó a gritarme por ayuda. Pero era inútil. Yo estaba en estado de shock. Luego el hombre abalanzo su garganta contra el antebrazo de Carlos y clavo su perfecta dentadura en este. Carlos soltó un grito desgarrador. Pero fue un grito más agudo el que me hizo salir de mi shock. María estaba al lado mío igual de impactada.
Una vez pude pensar bien agarre lo primero que encontré y golpee al hombre en la cabeza. Tuve que partir su cráneo, el crujir de este fue muy duro y además el hombre se quedo bien quieto. Como debe de estar alguien que se separa en 2 pedazos. Una vez muerto Carlos se puso en pie.
-Joder-exclamo Carlos con dolor- necesito un medico, vamos al hospital. Tú conduces Chris.
-ven déjame vendarte- le dijo María mientras se alejaban hacia la furgoneta.
Me quede solo en el lugar. Acaba de matar a alguien. Jamás me creí capaz de algo así. Pero debía de supéralo esa ya no era un ser humano. Luego vi el arma homicida, era una tubería de esas que hay debajo de los lavaplatos. Por un segundo pensé en una pregunta al principio idiota pero tenía más sentido que lo que aparentaba.
¿Qué hacia una tubería en el medio de la calle?

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